Cómo limpiar la tarima flotante para que quede perfecta

Si tu suelo es de tarima flotante los cuidados a la hora de limpiar tienen que ser especiales. Estamos hablando de un material que está de moda, que gusta y que queda genial en casa o en la oficina. Pero también de un material más sensible que otros tipos de suelo y que, como tal, requiere de ciertas diligencias con los productos que se utilizan para él.

Limpiar sin dañar la tarima flotante

Las pisadas de la calle, el polvo que entra en casa, las migas que caen y restos de alimentos, los líquidos que se derraman, e incluso la propia humedad cuando limpiamos, o sencillamente del clima del lugar en el cual estemos. Todo esto influye de manera poderosa en la supervivencia de la tarima flotante. Lógicamente, si ensuciamos el suelo tendremos que limpiarlo. Ahora bien, si no estamos muy puestos en esos asuntos, y es la primera vez que tenemos, o que vamos a tener tarima flotante, proceder a la limpieza y hacerlo de manera acertada puede ser una odisea.

Cuidado con la humedad

Moja lo mínimo necesario tu suelo de tarima flotante. Esto incluye el momento de pasar la fregona o la bayeta en la limpieza. Si usas fregona, enjuágala bien. De lo contrario, podría suceder que queden pegados al suelo algún residuo, o que se forma película y el suelo termine quedando pringoso y deslucido. Las manchas opacas que aparecen en ocasiones en los suelos de tarima flotante, son debidos a esto.

Cuidado con el sol

Si la humedad es perjudicial para la tarima flotante, también lo va a ser el sol. Y es que sabemos que el sol se come el color de las cosas, y la madera de la tarima flotante no va a ser una excepción. Lo mismo ocurre con el parquet, así que ten cuidado con la exposición al sol de manera prolongada o reiterada. Si ya hace tiempo que tienes tarima y le está dando el sol, habrás comprobado los efectos dañinos de este, seguramente con el color perdido en esas áreas iluminadas. ¿Cómo podemos solucionar esto? No es tan complicado. Si donde tienes el suelo de tarima flotante incide mucho la luz del sol, en tal caso coloca cortinas para proteger.

Cuidado con los zapatos de la calle

Esa costumbre que tienen en algunos países, como los orientales por ejemplo, de descalzarse cuando están en casa, tiene su sentido. Y es que de la calle traemos de todo en nuestros zapatos. Empezando por toda clase de bacterias y también mucha suciedad. Por eso, especialmente si nuestro suelo es de tarima flotante, lo ideal es quitarse los zapatos en cuanto entremos y usar alfombras en la entrada, para limpiar ahí nuestros zapatos antes de entrar.

Pasos para limpiar la tarima flotante

En primer lugar, pasa la aspiradora. Si no tienes este aparato, piensa seriamente en adquirir uno, porque es extremadamente útil cuando tenemos tarima flotante o parqué. Así evitas frotar con la escoba que termina dejando pelusa y suciedad, y reduces el uso de la fregona y bayeta húmeda. Pasar la mopa también nos valdría.

Una vez pasada la aspiradora, llena un cubo de agua limpia y, a ser posible, que sea agua destilada. La tarima es algo menos delicada que el parquet y aquí sí podemos emplear fregasuelos comunes aunque, como dijimos antes, con la fregona muy bien escurrida.

En cuanto a la forma de pasar la fregona también hay técnica. Hazlo en dirección hacia las láminas de madera. Pues de este modo, evitaremos que entre en los huecos la suciedad y el agua. Además, la tarima exige un cierto vigor a la hora de pasar la fregona, ya que no basta con pasarla, sino que es necesario ejercer cierta presión sobre la tarima.

Igualmente, es fundamental que la fregona esté super limpia. Incluso en mitad del fregado, tendrás que lavar la fregona, para que la suciedad del proceso no entorpezca la limpieza.

No acabamos aquí, porque si normalmente pasamos la fregona y ya, en el caso de los suelos de tarima es necesario dar una segunda vuelta pero, esta vez, con agua limpia para enjuagar el detergente.

¿Cómo lograr que el suelo de la tarima flotante brille?

Para que el suelo de tarima flotante tenga brillo, no cometas el error de recurrir a ceras abrillantadoras, porque estas lo que harían es ensuciar. También te animamos a que evites los productos de limpieza llenos de químicos y tóxicos, que no te aportan realmente.

El mejor truco para que la tarima flotante brille es apostar por el uso del vinagre de manzana, el cual puedes encontrar en cualquier supermercado. Para conseguir ese toque especial, lo único que tienes que hacer es aplicarlo después de haber fregado el suelo.

Lo ideal es que mezcles agua templada o caliente con un buen chorro de vinagre. Introduces la fregona, mezclas y es el momento de comenzar a pasarlo por el suelo. Lo ideal es que cuando pases la fregona ya humedecida lo hagas en la dirección de las tablas de madera, haciendo más incisión en aquellas que tengan menos brillo.

Con este sencillo truco, no necesitarás absolutamente nada más. A la par, veréis que estos mismos productos los podéis utilizar para limpiar y abrillantar otro tipo de suelos de madera, como por ejemplo el parqué.


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